Derrick Rose empieza a sonreir. Tras otro calvario vivido por culpa de su frágil rodilla y que apenas le ha permitido jugar 10 partidos esta temporada, el base de los Bulls vuelve a sentirse jugador de baloncesto y enfila la recta final de su recuperación para intentar cumplir con el objetivo marcado el pasado 25 de noviembre: llegar al Mundial de España.
Rose, que vive atrapado en el tiempo como si de Bill Murray se tratara y lleva dos años casi como mero espectador en la NBA, ya comunicó su intención de volver al combinado nacional tras ganar el Mundial de Turquía y perderse la cita olímpica en Londres por culpa de su primera lesión grave en su maltrecha articulación.
Ahora su deseo puede hacerse realidad tras las palabras de Mike Kryzewski, seleccionador nacional de Estados Unidos, en las que confirma que Rose estará en la concentración previa a la cita mundialista y que cuenta con él para intentar revalidar el título conquistado hace cuatro años.
"Esperamos que esté con nosotros en la última semana de julio, cuando hagamos la selección final en Las Vegas", aseguró el mítico 'Coach K'. "Él no podrá estar en el equipo a menos que vaya paso a paso. Pero conociendo a Derrick, estará listo y esperemos que al 100%", aseguró el preparador de Duke.
No es la primera muestra de cariño que desde la selección muestran hacia Rose. Hace un mes, Jerry Colangelo, presidente de USA Basketball, abría las puertas de la selección al jugador de los Bulls. "Es bienvenido a nuestro campus para enseñarnos en qué punto está", confirmaba el mandatario del baloncesto estadounidense. "En el peor de los casos, él puede venir y ver si está listo o no. Y si lo está tiene posibilidades de estar en el equipo".
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