Es probable que Kevin Love termine con los Lakers. ¿O serán los Cavs? ¿O podrían ser los Warriors, los Celtics, los Suns, los Rockets o los Bulls? ¿Qué pasa si el Heat se involucra y cambia a Chris Bosh?
Casi cualquier equipo sirve para dar lugar a los rumores, salvo el mejor de los últimos 15 años. De alguna manera los favoritos al título actual no son un lugar muy atractivo entre los equipos de la liga.
En teoría, los San Antonio Spurs serían un gran destino para una estrella que necesite desesperadamente una experiencia ganadora. Al igual que los Lakers, tienen espacio para una firma de Love en 2015. Los Spurs también tienen piezas de intercambio, dependiendo de lo que estén dispuestos a dejar partir y si los Wolves valoran la protección del aro de Tiago Splitter.
Mientras que algunos fanáticos de los Spurs podrían burlarse de la idea de que Love podría ayudar a la causa del equipo, está la cuestión de cómo San Antonio repondrá lo que el Big 3 dejará atrás. Como lo dicta la ley de Herbert Stein: "Si hay algo que no puede continuar para siempre, tendrá que terminar". El hecho de que Tim Duncan haya disfrutado de un exitoso realmente prolongado como para sentirse eterno no significa que sea inmune a los estragos del paso del tiempo.
Por lo tanto, los Spurs podrían utilizar a un hombre como Love, y un muchacho como Love podría aprovechar un equipo como los Spurs. Sin embargo, con algunas raras excepciones, no ves a los Spurs en el mix por este jugador.
Tal vez sea un signo de respeto que los Spurs no estén invitados a la feria de agentes libres. Ellos han tenido éxito durante mucho tiempo sin formar parte de este juego. Mientras que otros equipos acuden al reality show para cortejar a la última estrella disponible, los Spurs se construyen tranquilamente en el "conocimiento corporativo" amasado por las estrellas de su plantel. Cuando salen en busca de hombres, van detrás de buenas oportunidades no de grandes nombres. En 2012, Boris Diaw fue cortado por posiblemente el peor equipo de todos los tiempos. Poco después, los Spurs vieron más allá y encontraron oro en su juego perceptivo.
Quizá sea que hay algo casi sucio en el proceso de contratación que no cuadra con la forma en que piensa San Antonio. Es difícil imaginar al Team Pop participando en el degradante proceso de los ejecutivos de mediana edad arrojándose con desesperación a los pies de un distraído veinteañero. Por otra parte, tal vez la aversión a perseguir agentes libres sólo esté arraigada en un fallido intento por Jason Kidd en 2003.
También está, seamos sinceros, la percepción de que San Antonio no es un lugar conveniente. Incluso si a los actuales jugadores de los Spurs les gusta, se supone que las superestrellas prefieren las grandes ciudades y la atención que viene acompañada de vivir allí. Nadie va a correr al Riverwalk.
Ahí radica el problema, creo. Somos rápidos para concentrarnos en dónde las superestrellas podrían querer vivir más que en dónde podrían ganar. Esto es bastante lógico por otro lado. Si tengo la suerte de tener el talento de una Super estrella, probablemente cambiaría las chances de llegar al campeonato para no vivir en, bueno, vamos a dejar esa parte en blanco. El punto es que algunas ciudades de la NBA no tienen las mismas condiciones de habitabilidad que lugares como Los Ángeles. Hay que tener en cuenta, también, cómo algunas de estas ciudades deseadas ofrecen más fama por ser centros de medios y no es de extrañar que empecemos con los chismes de la agencia libre allí.
Esto, sin embargo, desmiente la idea de que las estrellas de la NBA están obsesionadas con ganar. Ellos no "sólo se preocupan por ganar", en contraste con lo que muchos de sus lugares comunes establecidos sugieren. Si estos jugadores se concentraran exclusivamente en ganar, sus agentes estarían filtrando cuentos de interés en los Spurs. A través de las operaciones de vigilancia intensivas de parte de los medios sociales siguiendo a LeBron James, Carmelo Anthony, Dwight Howard, y ahora Kevin Love, San Antonio en realidad no es un equipo que surja en las conversaciones.
No, la superestrella moderna no busca sólo ganar. Esto no es una acusación, por cierto. Michael Jordan podría haber sido considerado un competidor homicida, pero es dudoso que hubiese sacrificado a su primogénito por un trofeo (dije "dudoso". No podemos estar seguros). Incluso aquellos que carecen de perspectiva sobre estos asuntos tienen sus límites.
Nosotros, como un medio colectivo de básquetbol somos de la misma manera. Un campeonato podría ser el objetivo del mayor esfuerzo en la NBA, pero sólo estamos tan interesados en eso cuando se trata de San Antonio. Muéstranos una victoria en la Final de los Spurs, y vamos a escribir algunas cosas agradables. Pero dudo que vayamos a estudiar minuciosamente el resultado con la intensidad alegre que nos dedicaremos a Kevin Love y sus interesados. Esta no es una decisión arbitraria de los medios de comunicación. Estamos al servicio de los fanáticos, cuyo consumo total del éxito en la cancha de los Spurs a menudo es eclipsado por otras preocupaciones.
Del mismo modo que los Spurs parecen vivir en un plano etéreo por encima del cortejo de los agentes libres, también flotan un nivel por encima del drama atractivo de los deportes. Lo que está en juego para los Spurs parece pequeño, ya que no habrá ningún culpable señalado con el dedo o pánico en las secuelas de una derrota. O bien, desde la perspectiva de los medios de comunicación, no habrá diversión. Así que preferimos centrarnos en el draft y en cómo un grupo de transacciones podría concebiblemente algún día convertirse en algo que nunca va a acercarse al éxito que San Antonio ha logrado.
Los Spurs nos han mostrado mucho a lo largo de los años, pero la falta colectiva de interés -- de nosotros, de las superestrellas -- en unirse a su viaje nos muestra otra cosa. Los medios que cubren el básquetbol y los fanáticos no están tan obsesionados con ganar, como tampoco lo están las superestrellas de la NBA. Eso no nos convierte en gente mala; sólo significa que tenemos intereses más allá de la propia competición. Pero habiendo dicho lo anterior, sería entretenido ver a Kevin Love romper el molde y elegir la dinastía a la que nadie quiere unirse.
Por Ethan Sherwood Strauss - ESPNDeportes.com
Blogger Comment
Facebook Comment