MADRID -- El coach de la selección de España, Juan Orenga, fue el señalado por gran parte del público asistente al Palacio de Deportes de Madrid después de la derrota de España ante Francia en los cuartos de final del Mundial (65-52). El respetable que llenó el pabellón comenzó a gritar "Orenga, dimisión" cuando finalizó la cita.
"Ahora mismo estoy pensando todavía en el partido, en lo duro que es estar viviendo estos momentos, es complicado para todos. No pienso en la dimisión", declaró el seleccionador español. "Yo soy una persona de la Federación. Estoy aquí porque han confiado en mí porque el año pasado las cosas salieron bien. Nunca he tenido ningún problema es estar en algún sitio o en otro. Hemos hecho el trabajo lo mejor que hemos podido, hemos intentado facilitar el trabajo a todos y soñar un éxito que no hemos podido alcanzar. Hemos peleado por él y seguiremos peleando", esgrimió.
Sobre el descontento del público, el seleccionador prefirió achacarlo a un momento de enfado provocado por la derrota en casa ante el país vecino.
"Lo más importante es que hemos perdido el partido y que no podemos estar peleando mañana por las medallas. Cuando acaba, el cabreo es monumental en todos, en la gente en mí, en todo el mundo. Es normal que se escuchen cosas a favor y cosas en contra, el más cabreado, el más triste, el más jodido soy yo", declaró.
Orenga se hizo cargo del combinado nacional en 2013 y logró la medalla de bronce en el Eurobásket de Eslovenia 2013. Tal y como afirmó, la derrota ante Francia es la más dura que ha sufrido en su carrera como coach.
"Sí, es la derrota más dura de mi carrera deportiva. Nuestra ilusión siempre era jugar la final, jugar para ganar el campeonato porque era en casa, porque el equipo es un grandísimo equipo, el mejor equipo y esto nos deja tocados", señaló.
El coach es empleado de la Federación Española de Baloncesto y su contrato no es específico como seleccionador. Asumió las riendas del combinado nacional y tras el éxito del año pasado, asumió el reto de continuar alimentando un sueño de ganar el Mundial en casa que no considera de los aficionados, sino suyo también.
"Fue un sueño, pero el sueño de todos, primero del coach, de los jugadores y luego del resto de la gente", afirmó. No hemos creado un sueño diferente a lo que hicimos en los primeros partidos. Jugamos bien, ganamos a todos los equipos con gran diferencia. Todo el mundo creyó en nosotros tanto como nosotros mismos", sentenció.
FUENTE: ESPNDEPORTES.COM


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