CLEVELAND -- Cerca de una hora antes de que los nuevos Cleveland Cavaliers entraran a la duela por primera vez en el campo de entrenamiento para enfrentarse a alguien más que a ellos mismos, LeBron James tejió su camino a través de un camerino mirando libre de preocupaciones como monje en meditación.
Había más media a la mano que lo normal para un juego de pretemporada. Y no solo por LeBron. El oponente de Cleveland el domingo en la noche, el Maccabi Tel-Aviv, ha atraído más de una docena de periodistas internacionales a miles de millas del Quicken Loans Arena. Pero todo parece como un asunto usual para el cuatro veces Jugador Más Valioso.
James se puso sus audífonos y estaba cantando la canción que escuchaba en voz alta mientras se dirigía a su casillero. Estaba su camiseta con el número 23 de los Cavs extendida en el suelo, esperando que se la ponga por primera vez en más de cuatro años para un juego con árbitros y reglas y lo que sea.
¿La canción? 'Holy Ghost', de Young Jeezy. Y la lírica que cantaba James mientras se paraba al frente de la misma esquina del camerino que fue su casa por los primeros siete años de la liga pudo haber sido escrita para la escena que estaba viviendo en ese mismo momento.
"Les digo que llegamos muy lejos, pero todavía se siente tan surrealista", rapeó James se tocaba la cabeza.
Estos Cavs, con James, Kevin Love y Kyrie Irving repartiendo los toques, y Love, Tristan Thompson y Aderson Varejao luchando los rebotes y Dion Waiters, Mike Miller y Shawn Mario repartiéndose todo lo que quede después de eso son ciertamente reales.
No es que usted necesite que la arrolladora victoria 107-80 sobre el Maccabi se lo recuerde.
Pero hubo secuencias el domingo que proveyó destellos de cómo se verá este proyecto cuando esté totalmente acoplado. Como el momento en que Irving se robó un balón e inmediatamente lo llevó a una oportunidad de transición, llevándolo a un triple abierto de Miller en el ala porque James se fue por el lado opuesto y se mantuvo en camino al canasto, atrayendo toda la atención defensiva.
O el momento en que los Cavs recuperaron un rebote bajo su canasta y Love, actuando como válvula de escape, flotó hacia la parte superior de la llave para recibir un pase sobre la defensa que convirtió en un triple.
O el momento en que James estaba en el ala izquierda y envió un pase fugaz a Irvin en la esquina izquierda, con los demás jugadores abriendo la cancha también que tenía líneas de espacio abiertas que eran obstruidas durante la mayor parte de su carrera.
O el momento en que no funcionó, pero que fue tan intrigante, cuando Love hizo un pase extra a un abierto James en el ala y este puso la bola en el piso y penetró hacia el canasta, pero le pasó la bola a Waiters para un triple en lugar de colocar una bandeja. Waiters falló el tiro, pero fue un modelo de juego desinteresado.
"De entrada, es un buen problema el que tenemos", dijo el entrenador David Blatt cuando le preguntaron sobre el exceso de pases. "Poco a poco, el reconocimiento de cuál es el tiro correcto debe llegar; es mejor comenzar con eso que comenzar con tipos sin deseos de compartir el balón. Así es como lo veo".
Hay muchas cosas pequeñas como esa que necesitan plancharse. Cuando Kobe Bryant jugaba con Pau Gasol y un emergente Andrew Bynum hace unos años, él decía que los Lakers tenían que determinar "quién comía primero", y lo mismo sucede con Cleveland. Waiters tomó la mayor cantidad de tiros (14) por los Cavs el domingo, seguido de Irving (13), James (11) y Thompson (10). Love solo hizo seis. También tienen que ponerse al día con las expectativas defensivas de Blatt, algo que el entrenador ha insistido durante todo el campamento. Han gateado en ese departamento, y dejaron al Maccabi en solo 26.2 por ciento en la segunda mitad (incluyendo un 3-20 desde la línea de tres), tras permitirle 39.5 por ciento (y 5 de 11 desde afuera) en la primera mitad.
Aunque Blatt admitió estar nervioso por primera vez en años antes de un juego, enfrentando al equipo que dejó en junio para perseguir la oportunidad de los Cavs (James observó a su coach algo tenso en los días antes del partido), cómo jugaron los Cavaliers entre ellos es mucho más importante que cómo lucen ante cualquier oponente en este punto.
Así que el hecho de que Love no tuviera tantos intentos, pero aún así agarrara 11 rebotes y fuera uno de los mejores del equipo en asistencias con cuatro, es significativo. El hecho de que Thompson comenzara, pero Varejao jugara con suficiente energía para capturar 15 rebotes en menos tiempo de los que le tomó a Thompson agarrar 13, es notable.
Aunque los Cavaliers saben que tienen una abundancia de talento, todavía están calculando cómo les va juntos, qué tipo de equipo serán, cómo ganarán.
Después de dominar las tablas 64-36 frente al Maccabi, James declaró: "No debemos perder un juego de rebotes (en toda la temporada)". Tal vez esa sea su carta de presentación.
Otra vez, antes del juego, Love habló sobre cómo espera mucho en el centro esta temporada.
Quizás una alineación pequeña de Love en el 5, James en el 4, Irving y Waiters en la línea trasera y Miller o Marion en la 3 será por lo que sean conocidos.
El proyecto de Cleveland, este 'regreso del Rey' es tan real como parece. Está pasando. Es ahora.
"Estamos ahora en nuestra etapa de infantes", dijo Love. Sabemos que vamos a continuar para mejorar. Pero será divertido competir cada noche".
Son sólo las posibilidades de hasta dónde se puede llegar las que hacen que te sientas un poco surrealista.
Por Dave McMenamin
ESPN.com (EE.UU.)
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