OAKLAND - Los Cleveland Cavaliers se llevaron el triunfo en el Juego 2 de las Finales ante Golden State Warriors (95-93) en el Oracle Arena de Oakland gracias a una combinación de intensidad defensiva y la mordiente de un LeBron James que firmó el triple-doble (39 puntos, 16 rebotes y 11 asistencias).
El monarca mantuvo e incluso mejoró la línea del Juego 1, pero esta vez no estuvo solo. Mathew Dellavedova (9 puntos y 5 rebotes) hizo mejores los números de su compañero gracias a su correoso trabajo defensivo. Su juego no es el de Kyrie Irving, sin embargo, el armador fue capaz de suplir la ausencia de su compañero con criterio y una contención que fue primordial para limitar la ofensiva de los californianos.
Hizo lo que debía y no falló en la ejecución del plan de partido delineado por David Blatt. Lo suyo fue una demostración de garra, intensidad y solidez. No hizo falta que se empleara en exceso en ataque, a pesar de ser clave con dos tiros libres convertidos a falta de 10 segundos para el final del tiempo extra que a la postre acercó la victoria a su equipo. Sencillamente su labor no fue otra que la de limitar a Stephen Curry e incomodar a todo aquel que se le pusiera por delante.
Dellavedova se puso el mono de trabajo en un encuentro que lucía difícil para los 'Cavs' y se encargó de frenar en seco a un Curry que todavía no ha encontrado su mejor versión en estas Finales. El armador de los Warriors no pudo pasar de los 19 puntos, seis rebotes y cinco asistencias con un balance anotador de 5-de-23 en tiros de campo y 2-de-15 desde el perímetro. El base australiano de Cleveland contribuyó para que su homólogo no llegara al descanso del encuentro en dobles dígitos (en ese punto había sumado cuatro unidades). Esta circunstancia tan solo se produjo en una ocasión durante esta postemporada, en la derrota en el Juego 2 de la serie ante Memphis Grizzlies.
Gran parte de su fuerte residió en la marca y en el juego sin balón, de esa manera Dellavedova comandó una línea defensiva de los Cavaliers que en líneas generales hizo un gran trabajo en este sentido, no en vano fue capaz de contener a los locales en menos de 60 puntos antes de entrar en el último periodo por primera vez en toda la temporada regular y postemporada. Incluso ofensivamente tuvo su momento de gloria con un triple logrado a falta de poco menos de cinco minutos para el final de la cita que dio a su equipo una ventaja de 11 puntos. Los dos tiros libres a falta de 10 segundos por jugar pusieron la guinda al pastel.
La intensidad defensiva de Cleveland encontró la recompensa en ataque con un LeBron James que alcanzó el triple-doble con 34 puntos, 14 rebotes y 10 asistencias. El alero ya suma cinco triples-dobles en Finales y está a tres de empatar a Magic Johnson. A pesar de sus buenos números, volvimos a presenciar a un James poco acertado en el tramo final de la cita, y es que 50 minutos de juego sobre la duela no pasan en vano. Fue precisamente él el encargado de defender a Curry en la penetración que puso las tablas en el marcador y llevó la cita a la prórroga. Finalmente se desquitó con la bocina final. Celebró la victoria con ira, consciente de la importancia de haber logrado derrotar a los Warriors en su feudo (cuarta vez de la temporada) para empatar la serie a uno. Las Finales se trasladan a Cleveland.
Por Gonzalo Aguirregomezcorta
ESPNDeportes.com
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